05 Noviembre 2022, 00:23
Mientras vivimos, realizamos tantos viajes y hacemos tantos
planes, pero nunca pensamos en ése...
Que llega cuando menos lo esperamos y como un ladrón nos
transporta a otro plano.
Es como un rapto que deja una estela de dolor y llanto, es
inexplicable y lleno de asombro, cuesta creerlo porque parece una mentira, y es
una lucha para los nuestros poder aceptarlo
Porque duele tanto, que hasta respirar se hace difícil.
Nunca pensamos que en cualquier instante podemos perder la
vida y la desperdiciamos corriendo tras muchas cosas, acumulando bienes y
apegándonos a todo, cuando sabemos que nada nos llevaremos.
A veces, salimos de casa dando un portazo sin pensar que
quizás, ese sea nuestro último adiós y será el último recuerdo que dejaremos.
Pero así, es como vivimos...
"Inconscientes”.
Ver morir a tanta gente a mi alrededor, me ha hecho
reflexionar sobre este tema y al observar mi vida, puedo ver que mi vida es
sólo un eco lejano, que se ha ido gastando y sólo es un cuarto lo que me queda,
pero cómo puedo saberlo?
Si el tren de regreso, sólo te recoge sin avisarte.
No le importa si estás dormido, si estás despierto, si estás
desnudo o estás vestido, si estás o no estás listo, sólo llega...
Y con él, te lleva.
Y me doy cuenta.
Cuanto tiempo he perdido, postergando cosas que quiero
hacer, esperando el mejor momento.
Pero cuál es el mejor momento? Me pregunto.-
Y descubro que éste, es el mejor momento, el único que
existe y el único en que puedo ser y actuar.
Y decido, que a partir de hoy, quiero vivir mi presente y
dejar de postergar las cosas, porque este momento es el único seguro y lo
viviré día a día, como si fuera el último.
Para comenzar, hoy quiero agradecer por tantas cosas y
quiero darles las gracias ya, a todas las personas que forman parte de mi
historia; han sido como especies alimenticias que le han dado sabor a mi vida,
sin la presencia de ustedes, sería insípida y vacía y quiero que se den cuenta
de la importancia y el valor que tienen...
TODOS LOS DÍAS
Quiero agradecer por todo lo vivido, por todo lo aprendido,
por todas mis fallas.
Quiero saldar cuentas con la vida, quiero perdonar y pedir
perdón por todos mis errores, soltar y dejar ir todas mis amarras y así, como
Amado Nervo, poder decir: "Vida, nada te debo, vida estamos en paz".
Entonces estaré listo/a para tomar ese último viaje, sin
miedo ni culpa.
Autor desconocido.