Tú no puedes controlar todo lo que sucede a tu alrededor, tú no puedes controlar los impulsos de las personas que te rodean, no puedes controlar sus emociones, sus reacciones, sus pensamientos, ni sus acciones. Pero sí puedes controlar el tiempo que le dedicas a cada una de esas personas, tú decides si lo que piensen, hagan o sientan los demás te afectará o no. Tú decides si enfocarte en los problemas o enfocarte en soluciones. Tú decides si un pensamiento negativo, una acción negativa externa a ti, te arruinará el resto del día o si decides no darle importancia y seguir disfrutando de tu paz, de tu tranquilidad.
No le des a nadie el poder de quitarte la felicidad, la paz, la tranquilidad. Alejarse de toda persona negativa no es ser egoísta, es tener amor propio. Recuerda que si tú no estás bien, no podrás hacerle bien a nadie.
“Aprende a escuchar para entender, no para contestar”.
Tú no puedes controlar cuanto tiempo vivirás, pero si puedes controlar el “HOY”, desde que te levantas, hasta que te vas a dormir. “La vida es un regalo divino que tenemos”. Entonces vive con plenitud, elige ser feliz cada instante de tu vida, vive tu día como si fuera el último, disfruta, ama, sonríe, toma riesgos… No dejes las cosas para mañana, quizás no haya un mañana. No dejes de decirles a las personas que amas, cuanto las amas. Haz lo que quieras, lo que te apasione, es TU VIDA. No permitas que el enojo, el rencor, la envidia de otras personas afecten tu felicidad.
Ojala este post pueda ayudarte a generar prosperidad y plenitud en tu vida.
Muchas gracias por leerme.